Hubo un tiempo en que sintiéndome
cansada, dolorida, pues llevaba la pierna izquierda vendada desde la ingle
hasta el tobillo, como digo me encontraba perdida sin fuerzas y sola, puesto
que mis hijos estaban en sus estudios y mi marido en su trabajo, la única que
me podía dar consuelo era mi madre, pero no sabía hacerlo, con ese panorama
aquel día se me vino todo abajo y pedí, clame mejor dicho al Cielo ayuda, de
pronto ante mí se formo una nebulosa, como una nube que se iba expandiendo a la
vez que de su interior una mano de mujer se dirigía hacia mí, poco a poco la
nebulosa dio paso a una imagen la imagen de una bella mujer vestida de blanco
con un manto azul que cubría su cabeza, su cara irradiaba Amor, puso su mano en
mi frente y me pregunto “Que te pasa” yo le comente lo que sentía en esos
momentos y que me encontraba muy sola, ella con una voz dulce como la miel me respondió
“Me tienes a mí, siempre que me necesites aquí estaré” beso mi frente y todo se
evaporo poco a poco, mi cuerpo reacciono con energía inaudita y desde entonces
y de esto hace muchos años, tantos como unos veinte más o menos, nunca he
vuelto a sentirme sola ni por un instante, ni en los peores momentos y he
tenido muchos y variopintos, la fuerza siempre está conmigo para rebatir todo
lo que baya llegando en controversia a como yo lo deseo y ahí estamos tranquila
y segura de que nunca y digo bien nunca voy a estar sola y me siento feliz y
segura de mi misma acciones que intento transmitir a mis iguales para que no se
encuentren con la soledad que no es la adecuada compañera. Gracias por estar ahí a
tod@s, en especial a mi compañero de viaje, mejor no podía ser y a mis hijos
que están pendientes en cada momento de nosotros, a ellos y al Padre doy
infinitas gracias por tanto Amor que me rodea. Un beso Inés.
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