Comenzaba el día 24 de Noviembre del año 1994, cuando mi forma de vida sufrió un cambio sublime y sutil. La hora la una de la madrugada, el lugar dentro del coche con mi marido, iendo hacia nuestra casa.
La voz resonó dentro de mí y me alerto, a la tercera vez que la escuché, fue una fuerte sensación, era desasosiego, por lo que la voz me estaba transmitiendo. En ese mismo instante, comencé a visualizar, como mi queridísimo niño comenzaba su andadura, al otro lado del velo, un velo que se abrió para mí y me dejaba ver todo lo referente al momento de la marcha del Espíritu, cuando abandona el cuerpo humano. Fue algo mágico, por un lado la parte sublime y sutil de ese otro lado de la vida y por otro la parte dolorosa de este lado de la misma vida.
Fueron 19 días, en los que para mí se abrió de par en par el velo sutil que separa las dos formas de vida, y a partir de ahí mi camino pleno de sublime sutileza ha ido avanzando hacia la más hermosa Luz y sentimiento de Amor, llenando mi Alma de una inconmensurable Paz. Sé a ciencia cierta que me va a esperar cuando la vida de mi cuerpo humano se agote, sé que los Seres amadísimos que están al otro lado, estarán ahí para mi, para hacerme sentir en casa, sé que mi cuerpo desaparecerá en el fuego purificador, pero sé, que mi Alma estará plena de felicidad, por estar en el entorno que me corresponde, por ocupar mi sitio en el Universo, porque sé muy bien, que los bellos Seres majestuosos, irradiando Luz, me darán la bienvenida y su abrazo será la recompensa a tan largo viaje , también sé que desde ese lugar en el Infinito que es mi hogar, podré llegar a mis seres queridos y los podré abrazar con los sutiles brazos del Amor y les podré ayudar a comprender, que la vida corporal tiene fecha de caducidad, pero que la Espiritual no, porque es Inmortal e Infinita, que desde mi estado sutil, podré comunicarme con ellos y darles todo mi Amor en bellas palabras, que serán canalizadas, por hermosos seres, en estado de encarnación en cuerpo humano, que podré acariciar sus cabellos y su piel, rozándolos con mis energía hecha vibración, sé que cuando mi cuerpo desaparezca en el fuego purificador, mi alma estará de fiesta por la vuelta a casa y esta fiesta se trasladará a los corazones de los que me aman como Inés, porque ellos saben muy bien del estado de mi Ser, por todo lo contado, cuando mi cuerpo desaparezca en el fuego purificador, mi Ser se expandirá por los Universos, abrazando a grandeza de la Creación, cuando mi cuerpo desaparezca e el fuego purificador, Yo Seré quien Yo sé que Yo Soy. Inés.
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jueves, 2 de septiembre de 2010
EXPERIENCIA SUBLIME Y SUTIL
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