lunes, 24 de junio de 2013


             Historia de Juan el bautista




El sobrenombre de Bautista le   proviene de su ministerio. Nacido, según algunos, en un, pueblecito de Judea; según otros, en Hebrón. Sus padres fueron Zacarías y Elizabeth prima de María la que debía ser madre de Jesús
Es ciertamente una fiesta alegre y popular la del Bautista. En ella parece cumplirse aún la palabra con la que el ángel anunció a Zacarías su venida al mundo: "Muchos Se regocijarán en su nacimiento"; y se regocijaron, en efecto, cuando éste tuvo lugar en las montañas de Judea, y se regocijan todavía en todo el mundo, veinte siglos después.
Juan el Bautista anuncia a Cristo no sólo con palabras, como los otros profetas, sino especialmente con una vida análoga a la del SalvadorNace seis meses antes que Él; su nacimiento es vaticinado y notificado por el ángel Gabriel, como el suyo, y causa en las montañas de Judea una conmoción y regocijo semejantes a los que debían tener lugar poco después en las cercanías de Belén.
El nacimiento de San Juan Bautista es un prodigio, porque no fue obstáculo para él la ancianidad y esterilidad de Isabel, como no lo fue a María su tan llevada i traída virginidad, porque María era virgen de Alma, no así de cuerpo, pero por conveniencias humanas se creó a su alrededor un aura Divina de “Virginidad como mujer” cosa que no era así, pues de su relación con un alta cargo del Sinedrin, engendro el cuerpo de Jesús, el que sería habitado  por el grandísimo Ser de Cristo
En vida oculta y escondida consume los treinta primeros años de su existencia; nadie sabe de él, ni de él nos hablan los evangelistas, como tampoco nos hablan de Jesús en aquel mismo período, en que quedan ambos como eclipsados, cuando en realidad hicieron grandes cosas como llevar el Amor y la palabra del Creador allí donde se encontraban, pues ya de niños tanto el uno como el otro desarrollaban el fin que los había traído a la Tierra, pero como siempre los escritos humanos se basan en las conveniencias del momento y así ha sido, es y será, mientras no nos atrevamos a decir la verdad sin ambajes ni tapujos, porque no es menos importante lo que se cuenta por cambiar el concepto que hemos tenido durante 2000 años, enseñanzas que nos han llevado a confusión en muchos aspectos de esta historia, pues mucho hay para aclarar de ella, pero nos centraremos en Juan Bautista.
A los treinta años salen ambos: uno de su retiro de Nazaret, otro de sus soledades del Jordán; pero Juan, conforme a su oficio de Precursor, sale antes que Jesús.
Hay quien escucha su voz como la Buena Nueva prometida, cuando en realidad no es más que su prólogo.
Pronto se extiende el renombre de su virtud, y aumenta la veneración del pueblo hacia él; los judíos acuden para ser bautizados, enfervorizados por sus palabras. Mientras predica y bautiza anuncia un bautismo perfecto.
Y cuando Jesús se acerca al Jordán para ser por él bautizado, Juan no se atreve a hacerlo. "¿Tú vienes a mí, cuando yo debería ser bautizado por Ti?" Más Jesús insiste, y le bautiza entonces.
Encarcelado por Herodes Antipas por haberse atrevido a reprimir y censurar su conducta y vida escandalosa, le llega la noticia de que Jesús ha empezado su ministerio público. Jesús, por su parte, en su predicación asegura a los judíos que entre todos los hombres de la tierra no hay un profeta más grande que Juan.
Se ignora cuánto tiempo pasó en la cárcel. Aconteció que con motivo de una fiesta en celebración del nacimiento de Herodes, cuando el vino y los manjares y las danzas exaltaban a todos, Salomé, hija de Herodías, esposa ilegítima del rey, bailó ante Herodes. Entusiasmado éste, prometió darle cuanto pidiera, aunque fuese la mitad de su reino. Instigada por su madre, pidió Salomé la cabeza del Bautista. Herodes, no osando faltar a su palabra empeñada ante todos, ordenó fuese traída la cabeza de Juan, la cual en una bandeja fue presentada, efectivamente, a Herodías por su hija. Sus discípulos recogieron el cuerpo del Bautista y le dieron sepultura...



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