A Jesús le digo
Sublime Amor el que despiertas en mi amigo, hermano, compañero, Maestro. En cada poro de mi piel te siento y con cada suspiro te amo, eres para mí el guía, la luz de la aurora boreal, el destello de de una estrella fugaz y la candidez en la mirada de un niño, la sapiencia del anciano, que dulcemente narra su historia, que es la nuestra, estas en el aire, en el color, en el susurro del arroyo que discurre con inaudita fluidez, pleno de Amor, Todo lo que el mundo hace en tu nombre no enturbia tu esplendor, porque con solo mirarte somos tuy@s mi Señor, el efecto que despiertas en los corazones humanos, son de muy diferente sensación, muchos te alaban, otros te imitan, otros en cambio te deprecian en su labor y yo humildemente te llevo en mi corazón, guardadito, cobijado con la ilusión de saberte parte mía e inaudita sensación de que estas a mi lado siempre, siempre como mi protector. Mi amor por ti viene de eones de momentos y perdurara por el Infinito de la Eternidad. Gracias por dejarme sentir tu presencia, como posas tus manos en mi y la Paz que me transmites, que apacigua mi sentir, que humanamente sufre por diferentes motivos, pero tú con tu presencia, lo transmutas en ilusión, ilusión por mantenerme viva, por disfrutar en unión de l@s que tengo a mi lado y entre ellos tú Inés.
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