jueves, 28 de julio de 2011

DESDE MI SALON


En el salón de mi casa te ofrezco estas riquezas, pero de mi corazón te regalo armónicas frecuencias, para que lleguen al tuyo y las convierta en amor, porque lo material se puede comprar, el cariño no, la ostentosidad se presume, el amor incondicional se asume, como cosa tan normal, que fluye en el corazón de los puros de elección, que no se dejan llevar por las apariencias ricas en brillos de ostentación y no ven la humildad del sentimiento limpio y puro del amor incondicional, que es la riqueza mayor que un ser pueda regalar. Cambiemos la circunstancia de rodearnos de inútiles brillos y dejemos que el resplandor de la Luz nos inunde por completo irradiando desde el corazón, como faros encendidos para que los iguales a  nosotr@s vean más claro el camino y no se hundan en el abismo de la avaricia de poseer materias inanimadas que solo pueden tener brillos de fantasía y que se pueden perder en un instante de nuestras vidas, por el contrario el amor nunca pierde su destello e inunda el corazón por la infinidad eterna, sin que pierda emoción al entregarlo o recibirlo, porque es pura sensación de bienestar limpio y puro, sin precios que conlleven obligación, solo intención de amar y regalar esta opción, sin condicionamientos que obliguen a nada, solo la libre actuación del sentimiento hecho acción. Así lo hago yo regalándote el mío, acógelo con premura y no busques la razón, solo es un regalo desde mi corazón.

Sentimientos de Inés.

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